viernes, 12 de agosto de 2016

Niveles de análisis del enunciado

El objeto de nuestro análisis será el enunciado y no la oración. A pesar de que alude a un concepto central en la sintaxis, oración no es un término unívoco ni, en consecuencia, identifica siempre el mismo objeto. Más allá de los diferentes conceptos a que puede remitir, la unidad oración se sitúa en el plano abstracto del sistema de la lengua, carente de contextualización, y no en el de las realizaciones concretas o habla, dependientes de la voluntad de los hablantes. (Cf. Saussure, 1945: 65)

En este sentido, asumimos aquí la caracterización proporcionada por G. Douay (1984: 505-516), según la cual el enunciado es, desde el punto de vista sintáctico, así como desde el enfoque pragmático, una unidad comunicativa, producto de la enunciación. Entendido en estos términos (pragmático-comunicativos) y dada la diversidad de formas que puede revestir el 'producto de la enunciación', éste no puede identificarse con una estructura sintáctica determinada, sino que, por el contrario, puede plasmarse en un sintagma, una palabra o una oración. Así, por ejemplo, secuencias lingüísticas como: "¡Hermosa casa!", "¿Fuego?", "Las compañías tabacaleras han experimentado una pronunciada baja en sus ventas", a pesar de diferir estructuralmente entre sí, se consideran 'enunciados' porque presentan las siguientes características: a) son unidades de comunicación, que por sí solas o formando parte de un discurso más amplio, realizan una referencia a la realidad extralingüística con una determinada finalidad comunicativa: expresar un sentimiento de admiración, preguntar, informar de un hecho, etc.; b) como unidades comunicativas, son autosuficientes desde el punto de vista semántico, dentro de la secuencia y de la situación discursiva en que se inscriben, es decir son plenamente interpretables en el contexto en que aparecen. "¿Fuego?", como expresión separada de su contexto, puede parecer incompleta, pero no lo es si se la imagina en una situación discursiva completa: alguien ofreciendo fuego a un fumador; c) son también secuencias independientes desde el punto de vista sintáctico: no están incluidas como constituyentes en ninguna otra unidad sintáctica superior. Son tan sólo constituyentes del discurso; d) en su carácter de unidades autosuficientes e independientes, se corresponden con una determinada pauta entonativa: van precedidas y seguidas de pausas, como asimismo con una entonación acorde con su finalidad comunicativa (exclamativa, interrogativa, enunciativa, etc.).

En suma, cada enunciado puede estar sintácticamente formado por una o varias palabras, uno o varios sintagmas, o una o varias oraciones, todos ellos contextualizados, que funcionan a modo de eslabones articuladores del discurso (Bakhtin, M., 1982: 252). El análisis del enunciado se lleva a cabo dentro de lo que se llama análisis del discurso.

Los enunciados pueden ser descritos desde tres enfoques, correspondientes a tres componentes concomitantes: sintáctica, semántica y pragmática. La estructura pragmática, a su vez, puede dar lugar a dos tipos de análisis: temático e informativo. Estas tres (o cuatro) componentes, al encontrarse fuertemente imbricadas en la estructura del enunciado, no dejan nunca de interactuar dentro de ella. De sus múltiples interrelaciones surge un número por decir así infinito de realizaciones lingüísticas que, si bien pueden contener las mismas palabras, nunca o casi nunca dicen lo mismo.



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