Propongo que en este artículo centremos nuestra atención en ver cómo se recupera el contenido semántico-informativo en la sucesión de un enunciado a otro, como también en el paso de una secuencia textual a otra. Si bien es cierto que el soporte de un enunciado puede reproducir en su totalidad lo dicho en el aporte del enunciado anterior, lo que sucede con mayor frecuencia es que sólo se recupere una porción de dicho contenido.
Para el examen de tales mecanismos de recuperación, nos valdremos de un corpus de secuencias narrativas, descriptivas y explicativas (de proceso evolutivo) en las cuales trataremos de determinar por una parte, qué cantidad de información se reproduce en el soporte de cada enunciado y, por otra, qué relación semántica guarda la parte recuperada con la totalidad del aporte que le antecede.
En primer lugar, es preciso tener en cuenta que en la constitución de las unidades textuales debe crearse un equilibrio entre el aporte de un enunciado, que hace avanzar el texto, y la presencia, en el soporte del enunciado siguiente, de elementos identificables y reconocibles, los cuales contribuyen a la creación de una suerte de hilo conductor. Así pues, un mismo e idéntico referente debe poder reconocerse aunque se presente bajo denominaciones diferentes. Según B. Palek (1968), es posible distinguir cuatro situaciones posibles: a) una sola realidad y una sola denominación, b) varias realidades y varias denominaciones, c) una sola realidad y varias denominaciones, y d) varias realidades y una sola denominación. A decir de Combettes (ibid.: 38), los dos primeros casos no suscitan demasiados problemas, pues el objeto referencial es designado por el mismo material lingüístico, trátese de un sustantivo propio o común. En realidad, lo que suele suceder con mayor frecuencia es que se evite la repetición de un sustantivo por medio de sustitutos, con lo que se vuelve a dar la tercera posibilidad aludida supra. El cuarto caso puede resultar de dos situaciones referenciales diferentes: a) con varias realidades diferentes pero pertenecientes a categorías idénticas se corresponde una sola denominación, por cuanto la lengua no dispone de otras posibilidades léxicas. Asi, por ejemplo, para describir un cuadrado o un rectángulo, el término "lado" se aplica a cuatro realidades distintas, pero es el texto el que ha de proporcionar elementos complementarios que permitan la diferenciación, como: "el lado superior", "el lado inferior", "el lado A-B", etc. (Combettes, ibid); b) con dos realidaes que tienen normalmente dos denominaciones diferentes se corresponde sin embargo un mismo morfema pronominal, en cuyo caso la (cor)referencia puede a veces no parecer lo suficientemente clara.
1. La sustitución pronominal
El término gramatical "pronombre", tal como se usa en la gramática tradicional, es objeto de críticas justificadas por parte de los lingüistas. Con él suelen designarse indiscriminadamente dos realidades diferentes del sistema de la lengua: por un lado, los morfemas que, como los anafóricos "él", "ella", "ellos", "ellas", "lo", "la", "los", "las", "le" y "les", sustituyen unidades léxicas contenidas en sintagmas nominales anteriores o posteriores del texto, y por otro lado, aquellos morfemas, deícticos, como "yo", "tú"/"vos"/"usted", "nosotros", "vosotros"/"ustedes", que remiten extratextualmente a las entidades correspondientes a los participantes en el acto de comunicación. En el primer caso, la función sustitutiva y representativa de los pronombres se corresponde efectivamente con su denominación. En el segundo, por el contrario, los morfemas citados no sustituyen unidades léxicas ya presentadas o por presentarse en el entorno textual, y por consiguiente, no pueden encasillarse dentro de la misma categoría que los anteriores. A pesar de reconocer plenamente la problemática que suscitan los morfemas (pro)nominales, no profundizaremos la cuestión semántico-referencial que plantean dichas formas más allá de lo que ya hemos dicho, por cuanto tal tarea excede los límites del tema que nos ocupa en este desarrollo.
2.1.1. La representación total
El caso de sustitución más simple lo constituyen los morfemas que reemplazan un sintagma presente en el cotexto sin aportar ninguna modificación semántica al antecedente, es decir representando exactamente la misma realidad referencial. De esta manera funcionan los pronombres y clíticos personales, los pronombres demostrativos y relativos. Ejemplos:
Yo sentí que la mano de mi madre se crispaba sobre la mía. Me la apretó hasta hacerme daño... (A. Gala)
... a pesar de todo, ayudaba en ocasiones a Nazaret en sus trabajos. Esa noche, ella, después de saludarlo, pensó en él... (Ibid.)
El sol [...] calienta el agua de los océanos, la cual se evapora... (H. Perlman)
Se pretende implicar en esta labor a jubilados, voluntarios y condenados por delitos de seguridad vial. Éstos podrán sustituir la pena de cárcel con labores como éstas. (La Razón, 23-VIII-2016)
Se pretende implicar en esta labor a jubilados, voluntarios y condenados por delitos de seguridad vial. Éstos podrán sustituir la pena de cárcel con labores como éstas. (La Razón, 23-VIII-2016)
... somos vida y muerte a la vez. Porque la vida está llena de muertes, pero también la muerte está llena de vidas, y es aquélla la que más nos impulsa a vivir, a seguir vivos. (A. Gala)
2.1.2. La representación parcial
A menudo suele suceder que por medio de la sustitución se realice una representación parcial de un sintagma anterior. Sólo algunos de los objetos aludidos por dicho sintagma se representan en el enunciado siguiente. Ejemplos:
Estudió detenidamente las posibilidades que se le brindaban. Al fin escogió la que más le convenía.
Tras la derrota del kirchnerismo en territorio bonaerense [...], se reconfigura un nuevo mapa político donde los intendentes del conurbano, sobre todo los kirchneristas, intentan rearmar su poder local. Algunos intentan rearmar su poder local, buscar el diálogo y mostrarse respetuosos del nuevo gobierno. Otros intentan encerrarse en un discurso más radical, una suerte de "resistencia"... (Urgente.24.com, 23.08.16)
2.1.3. La representación conceptual
En ciertos contextos, el morfema sustitutivo no representa la misma realidad que el sintagma al que remite, sino que recupera tan sólo su concepto. Ejemplos:
Yo sentí que la mano de mi madre se crispaba sobre la mía. (A. Gala)
Al oír la palabra "memoria" pronunciada por la Sra Mancier-Alvarez, exclamó: "La mía, la he perdido", e inmediatamente añadió: "haberla perdido y saberlo es peor que la ceguera". "¿También la suya, querida señora, le ha fallado?", preguntó Germaine a la embajadora. (H. Bianciotti)
En las sustituciones realizadas por medio de "la mía" en estos dos enunciados, a la representación conceptual (lo denotado genéricamente por los respectivos términos mano y memoria) se suma la representación total del morfema deíctico yo. En el caso de "la suya", a la representación conceptual (lo denotado genéricamente por el término memoria) se asocia la representación total del morfema deíctico usted. En un caso como en el otro, la representación no es total, sino conceptual, ya que no se recuperan los rasgos 'identificable' y 'específico' de los términos aludidos.
2.2. La sustitución léxica
Suele suceder con frecuencia que al evitar repetir un sintagma nominal pleno, éste se sustituya, no por un morfema gramatical como en los casos vistos anteriomente, sino por otro sintagma nominal. En tales casos, la nueva unidad léxica escogida, en torno a la cual se organiza el sintagma sustitutivo, no representa sino una variante referencial y por tanto constituye una representación total del sintagma nominal inicial. En estos mecanismos anafóricos y catafóricos de reposición léxica desempeñan un papel sumamente importante: la sinonimia o cuasisinonimia, la sinonimia contextual, las palabras de referencia generalizada, los hiperónimos, las anáforas asociativas, los encapsuladores léxicos o anáforas resuntivas, e incluso la metáfora. Estos diversos recursos se ven reflejados en los siguientes ejemplos del corpus:
La resistencia que Genoveva había mostrado durante toda la noche a dejarlo marchar, la ocasión siempre escamoteada de cortar la insólita velada, la tensión que ejercía para seguir despierto, le hicieron pensar que era un secuestro. Secuencias de películas mezcladas con escenas reales asaltaron a Julián en la semiconsciencia del cansancio. (J. R. Aldecoa)
Después de consolidar su posición como Presidente del nuevo gobierno, Nasser declaró la titularidad pública del Canal de Suez, lo que supuso una importante mejora para la Tesorería Egipcia, aunque para ello tuvo que enfrentarse militarmente en 1956 a las tropas conjuntas francesas, inglesas e israelíes que intentaron quitar del gobierno a Nasser. Esta victoria militar lo colocó a la cabeza de los líderes de Oriente Medio y el ejemplo a seguir por el mundo árabe en su afán de desembarazarse de las injerencias extranjeras.
En el primero de estos dos ejemplos, el SN secuencias de películas mezcladas con escenas reales sustituye al SN un secuestro del enunciado que le precede por medio de una 'anáfora asociativa' que se ha de interpretar como: "secuencias de películas en que se dan secuestros y escenas reales de secuestros". En el segundo ejemplo, el SN esta victoria militar constituye un 'encapsulador léxico' o 'anáfora resuntiva', que representa en su totalidad la presuposición originada en el 'aporte secundario' del enunciado anterior (... intentaron quitar del gobierno a Nasser).
En el caso de la 'sinonimia contextual', la unidad léxica con que se sustituye el contenido de tal o cual sintagma nominal anterior suele ir acompañada de complementos caracterizadores o descriptivos con los que constituye una reformulación o perífrasis (nominal). La identificación de la relación antecedente - sustituto depende estrechamente del conocimiento del receptor del mensaje. Ejemplo:
Leyendo la editorial de la Voz del Interior del día siguiente, se podía colegir que primaba la segunda alternativa. El diario de los Ramonda señalaba que "una tragedia de hogar, vivida por el país entero como un drama de íntima vinculación personal, es usada para plasmar un falso conflicto..." (J. Felippa)
En conclusión, podemos afirmar que las sustituciones, del tipo que sean, obedecen a dos factores que operan conjuntamente: la necesidad de que el texto sea cohesivo y el deseo de evitar que se vuelva repetitivo.
2.3. La réplica
En las secuencias breves, constituidas, por ejemplo, por dos enunciados, la recuperación de un elemento ya citado da lugar, generalmente a una sustitución pronominal. Como ya hemos visto, el hecho de recurrir a este tipo de mecanismo sustitutivo apunta a dos fines: economizar los medios de expresión y evitar las repeticiones. No obstante, si consideramos una secuencia más extensa o incluso un texto en su totalidad, podemos observar que en ellos puede volver a aparecer un sintagma nominal o un nombre propio ya utilizado. Ejemplo:
La muerte es el jefe de la estación verdadera, en la que expiran los trenes verdaderos. De ahí que la muerte yerga su bandera roja, que detiene o franquea el paso para siempre. La muerte diviniza. Porque no se trata ya de olvidar a una persona, sino a muchas, a todas las que caben, vivientes, en cada gesto, en cada cosa, en cada sangrante separación, en cada jocunda sorpresa, en toda reverberación suave o brusca, en cada sombra que cae sobre los ojos, en cada fruta compartida, en cada deseo de cualquier hora o de cualquier porción de piel postergada, en cada ilusión y en cada desdicha. La muerte transforma en pasado todos los imaginables futuros. Vacía las entrañas, las tardes y las noches, encendiéndolas con sus fuegos fatuos para que corroboremos que están completamente vacías. (A. Gala)
En esta secuencia, la réplica con la que se retoma tres veces el sintagma inicial la muerte, si bien se debe principalmente a la extensión considerable de los enunciados, tiene por objetivo recordar que "la muerte" es el argumento, el tema del que se trata invariablemente a lo largo del párrafo. En otras palabras, es el tema dominante del pasaje.
3. El soporte y la información dada / nueva
Al asumir, en principio, que en la progresión temática lineal el S releva, por decir así, al A del enunciado que le antecede, se admite consiguientemente que en la estructura pragmática del enunciado, el S de la estructura temática se corresponde simétricamente con la información dada (D) de la estructura informativa. Si bien éste puede ser el comportamiento más frecuente de los soportes respecto de los aportes, la observación de los enunciados del corpus demuestra que tal relación no es la única posible. Ciertas secuencias narrativas y explicativas (de índole evolutiva), ponen en evidencia procedimientos referenciales por los que el paso del contenido informativo del A de un enunciado a la información del S del enunciado siguiente se da a través de otro elemento informativo nuevo (A) contenido en un soporte marco (SM). Ejemplos:
Se santiguó mientras le vino a las mientes otro animalito que tuvo, durante años, en su celda. Un canrio que se llamaba Tarsicio, y al que bastaban el alpiste, la lechuga, el agua, los cañamones y ser sacado en los mejores días. [...] una mañana como ésta [...] Nazaret encontró insólito el mundo. El canario, a pesar de estar ella despierta, no cantaba. [...] Había muerto durante la noche. [...] Antes de salir para la capilla, Nazaret envidió a los pájaros que vuelan porque tienen alas, o que tienen alas para volar. (A. Gala)
... se limitó a tomar dos galletitas y una taza de café recalentado, y, sin perder tiempo en afeitarse, saltándose las abluciones que no eran estrictamente indispensables, con el pijama y la bata, se lanzó a la tarea del día. (Ibid.)
En estos dos enunciados, el SM, donde normalmente suele encontrarse lo D, comporta sin embargo elementos que aparecen por primea vez en el texto y como tales (N), acrecientan la información acumulada hasta el enunciado anterior. Al presentarse como SM, a esta nueva información le seguirá por tanto más información nueva, en un crescendo de densidad informativa. También puede darse que en mismo SM se encuentren asociados elementos informativos nuevos y otros dados. Ejemplo:
Iba a salir y giró el rostro de nuevo hacia el espejo. Envejecer la aterraba también. Quizá ésa era su única emoción personal hoy: el miedo a convertirse en una vieja más. [...] Puede que toda su vida, cada uno de sus cuarenta años, hubiese sido un insensato y lamentable error, y no siquiera estaba preparada para morir.
Al cerrar la puerta de la celda y enfrentarse al largo pasillo, evocó sin motivo su miedo de la noche pasada. (A. Gala)
En el SM de esta secuencia, al elemento informativo dado la puerta de la celda, presupuesto a partir del elemento inicial salir, se añade el elemento nuevo cerrar, y a la suma de ambos se suma otro elemento: enfrentarse al largo pasillo, totalmente nuevo. Como podemos observar, a partir de un solo elemento dado y unos pocos elementos nuevos aportados simplemente por un soporte marco, se logra avanzar considerablemente en el discurso narrativo, imprimiéndole un ritmo más vivaz.
4. El soporte tema y los pronombres delocutivos
En términos generales, en enunciados 'no marcados', los pronombres personales de 3a persona de singular y plural, como ya sabemos, suelen elidirse, tomando la forma [ø], cuando el referente al que aluden ya ha sido introducido en una de las unidades textuales anteriores. Análogo comportamiento adoptan los (pro)nombres alocutivos de 1a y 2a persona de singular y plural. Ejemplo:
[ø] Recojo frases sueltas por ahí como otros recogen perros abandonados de la calle. Muchas [ø] tienen problemas morfológico y sintácticos que [ø] procuro arreglar antes de soltarlas de nuevo Si [ø] están deterioradas, las desmonto y aprovecho algunas de sus partes. De dos o tres frases inservibles logro a veces obtener una sana. (J. J. Millás)
Los jueces te regularon la libertad con el pretexto de que no apareció el cuerpo de la chica. Ellos se aferraron a ese cuerpo ausente para tranquilizar sus conciencias. (J. Felippa)
[ø] No se creía tan viejo como los demás y [ø] ayudaba en ocasiones a Nazaret en sus trabajos... Esta noche ella, después de saludarlo, pensó en él como él mismo pensaba... (A. Gala)
Jesús había ido con sus padres en peregrinación a Jerusalén. Cuando regresaron ellos a Nazaret, él se queda. (Ibid.)
Si observamos detenidamente estas secuencias, podremos advertir que:
a) En el primer ejemplo, en alternancia con dos puestas en cero del deíctico "yo", se dan dos elisiones más [ø], en referencia a frases;
b) En la progresión de tema constante que refleja el segundo ejemplo, el pronombre tónico ellos recupera directamente el SN temático los jueces. Sin embargo, éste podría haber sido elidido, ya que, al no haber otro participante en la escena del relato, nada deja suponer la presencia de un foco contrastivo que recaiga en él;
c) Si bien tampoco en el tercer ejemplo hay un elemento focalizado, se recurre al morfema tónico ella por tratarse de un texto en el que alternan dos progresiones temáticas, una relacionada con el personaje masculino y otra con "Nazaret";
d) En el último ejemplo, el uso de los morfemas delocutivos ellos y él se debe sin dudas a la presencia de más de un referente (Jesús, sus padres), como en el caso anterior.
5. El foco y la información dada / nueva
En la mayoría de los desarrollos teóricos que se le han dedicado, el foco (F) es caracterizado, en contraposición con 'presuposición', como la parte del enunciado que contiene la información nueva. Aparte de que tal enfoque implica que en todo enunciado existe un foco, hecho que descartamos en esta presentación, por no tener en cuenta la noción de 'marca' (sintáctica, prosódica y/o pragmática), que diferencia las estructuras informativas 'focales' de las 'neutras', resulta igualmente inaceptable por cuanto no siempre lo que se expone en las construcciones focales es información remática o nueva.
Si bien reconocemos que tal caracterización resulta adecuada al foco contrastivo (Fc) de las construcciones ecuacionales, el análisis de los enunciados del corpus nos indica sin embargo que la información proporcionada por un elemento focalizado puede no ser 'nueva', por cuanto se recupera de enunciados anteriores. Véase La hendidura.
Recordemos una vez más que los segmentos focalizados del enunciado no siempre son el resultado de una selección -de efecto contrastivo- realizada entre las diferentes posibilidades referenciales de un mismo paradigma, sino que reproducen, con mayor o menor fidelidad según los casos, la información aportada por un enunciado que antecede. Por otra parte, es preciso señalar el papel que desempeñan en este tipo de focalizaciones los artículos definidos y los adjetivos/pronombres demostrativos, ya que, como ya hemos visto anteriormente, indican el carácter 'identificable' de los referentes a que apuntan las expresiones focalizadas.
Por último, debemos puntualizar la importancia de los elementos suprasegmentales, como el acento de insistencia y la entonación, ya que ambos suelen posibilitar, en alternancia y/o conjuntamente con las construcciones hendidas, la creación de un foco. Tanto el acento enfático como las mencionadas operaciones sintácticas dan lugar a enunciados marcados, pero contrariamente al segundo caso, en que las marcas de focalización son perceptibles en el código escrito y en el oral, en el caso del acento de insistencia, éste sólo es reconocible en el código oral.
Yo sentí que la mano de mi madre se crispaba sobre la mía. (A. Gala)
Al oír la palabra "memoria" pronunciada por la Sra Mancier-Alvarez, exclamó: "La mía, la he perdido", e inmediatamente añadió: "haberla perdido y saberlo es peor que la ceguera". "¿También la suya, querida señora, le ha fallado?", preguntó Germaine a la embajadora. (H. Bianciotti)
En las sustituciones realizadas por medio de "la mía" en estos dos enunciados, a la representación conceptual (lo denotado genéricamente por los respectivos términos mano y memoria) se suma la representación total del morfema deíctico yo. En el caso de "la suya", a la representación conceptual (lo denotado genéricamente por el término memoria) se asocia la representación total del morfema deíctico usted. En un caso como en el otro, la representación no es total, sino conceptual, ya que no se recuperan los rasgos 'identificable' y 'específico' de los términos aludidos.
2.2. La sustitución léxica
Suele suceder con frecuencia que al evitar repetir un sintagma nominal pleno, éste se sustituya, no por un morfema gramatical como en los casos vistos anteriomente, sino por otro sintagma nominal. En tales casos, la nueva unidad léxica escogida, en torno a la cual se organiza el sintagma sustitutivo, no representa sino una variante referencial y por tanto constituye una representación total del sintagma nominal inicial. En estos mecanismos anafóricos y catafóricos de reposición léxica desempeñan un papel sumamente importante: la sinonimia o cuasisinonimia, la sinonimia contextual, las palabras de referencia generalizada, los hiperónimos, las anáforas asociativas, los encapsuladores léxicos o anáforas resuntivas, e incluso la metáfora. Estos diversos recursos se ven reflejados en los siguientes ejemplos del corpus:
La resistencia que Genoveva había mostrado durante toda la noche a dejarlo marchar, la ocasión siempre escamoteada de cortar la insólita velada, la tensión que ejercía para seguir despierto, le hicieron pensar que era un secuestro. Secuencias de películas mezcladas con escenas reales asaltaron a Julián en la semiconsciencia del cansancio. (J. R. Aldecoa)
Después de consolidar su posición como Presidente del nuevo gobierno, Nasser declaró la titularidad pública del Canal de Suez, lo que supuso una importante mejora para la Tesorería Egipcia, aunque para ello tuvo que enfrentarse militarmente en 1956 a las tropas conjuntas francesas, inglesas e israelíes que intentaron quitar del gobierno a Nasser. Esta victoria militar lo colocó a la cabeza de los líderes de Oriente Medio y el ejemplo a seguir por el mundo árabe en su afán de desembarazarse de las injerencias extranjeras.
En el primero de estos dos ejemplos, el SN secuencias de películas mezcladas con escenas reales sustituye al SN un secuestro del enunciado que le precede por medio de una 'anáfora asociativa' que se ha de interpretar como: "secuencias de películas en que se dan secuestros y escenas reales de secuestros". En el segundo ejemplo, el SN esta victoria militar constituye un 'encapsulador léxico' o 'anáfora resuntiva', que representa en su totalidad la presuposición originada en el 'aporte secundario' del enunciado anterior (... intentaron quitar del gobierno a Nasser).
En el caso de la 'sinonimia contextual', la unidad léxica con que se sustituye el contenido de tal o cual sintagma nominal anterior suele ir acompañada de complementos caracterizadores o descriptivos con los que constituye una reformulación o perífrasis (nominal). La identificación de la relación antecedente - sustituto depende estrechamente del conocimiento del receptor del mensaje. Ejemplo:
Leyendo la editorial de la Voz del Interior del día siguiente, se podía colegir que primaba la segunda alternativa. El diario de los Ramonda señalaba que "una tragedia de hogar, vivida por el país entero como un drama de íntima vinculación personal, es usada para plasmar un falso conflicto..." (J. Felippa)
En conclusión, podemos afirmar que las sustituciones, del tipo que sean, obedecen a dos factores que operan conjuntamente: la necesidad de que el texto sea cohesivo y el deseo de evitar que se vuelva repetitivo.
2.3. La réplica
En las secuencias breves, constituidas, por ejemplo, por dos enunciados, la recuperación de un elemento ya citado da lugar, generalmente a una sustitución pronominal. Como ya hemos visto, el hecho de recurrir a este tipo de mecanismo sustitutivo apunta a dos fines: economizar los medios de expresión y evitar las repeticiones. No obstante, si consideramos una secuencia más extensa o incluso un texto en su totalidad, podemos observar que en ellos puede volver a aparecer un sintagma nominal o un nombre propio ya utilizado. Ejemplo:
La muerte es el jefe de la estación verdadera, en la que expiran los trenes verdaderos. De ahí que la muerte yerga su bandera roja, que detiene o franquea el paso para siempre. La muerte diviniza. Porque no se trata ya de olvidar a una persona, sino a muchas, a todas las que caben, vivientes, en cada gesto, en cada cosa, en cada sangrante separación, en cada jocunda sorpresa, en toda reverberación suave o brusca, en cada sombra que cae sobre los ojos, en cada fruta compartida, en cada deseo de cualquier hora o de cualquier porción de piel postergada, en cada ilusión y en cada desdicha. La muerte transforma en pasado todos los imaginables futuros. Vacía las entrañas, las tardes y las noches, encendiéndolas con sus fuegos fatuos para que corroboremos que están completamente vacías. (A. Gala)
En esta secuencia, la réplica con la que se retoma tres veces el sintagma inicial la muerte, si bien se debe principalmente a la extensión considerable de los enunciados, tiene por objetivo recordar que "la muerte" es el argumento, el tema del que se trata invariablemente a lo largo del párrafo. En otras palabras, es el tema dominante del pasaje.
3. El soporte y la información dada / nueva
Al asumir, en principio, que en la progresión temática lineal el S releva, por decir así, al A del enunciado que le antecede, se admite consiguientemente que en la estructura pragmática del enunciado, el S de la estructura temática se corresponde simétricamente con la información dada (D) de la estructura informativa. Si bien éste puede ser el comportamiento más frecuente de los soportes respecto de los aportes, la observación de los enunciados del corpus demuestra que tal relación no es la única posible. Ciertas secuencias narrativas y explicativas (de índole evolutiva), ponen en evidencia procedimientos referenciales por los que el paso del contenido informativo del A de un enunciado a la información del S del enunciado siguiente se da a través de otro elemento informativo nuevo (A) contenido en un soporte marco (SM). Ejemplos:
Se santiguó mientras le vino a las mientes otro animalito que tuvo, durante años, en su celda. Un canrio que se llamaba Tarsicio, y al que bastaban el alpiste, la lechuga, el agua, los cañamones y ser sacado en los mejores días. [...] una mañana como ésta [...] Nazaret encontró insólito el mundo. El canario, a pesar de estar ella despierta, no cantaba. [...] Había muerto durante la noche. [...] Antes de salir para la capilla, Nazaret envidió a los pájaros que vuelan porque tienen alas, o que tienen alas para volar. (A. Gala)
... se limitó a tomar dos galletitas y una taza de café recalentado, y, sin perder tiempo en afeitarse, saltándose las abluciones que no eran estrictamente indispensables, con el pijama y la bata, se lanzó a la tarea del día. (Ibid.)
En estos dos enunciados, el SM, donde normalmente suele encontrarse lo D, comporta sin embargo elementos que aparecen por primea vez en el texto y como tales (N), acrecientan la información acumulada hasta el enunciado anterior. Al presentarse como SM, a esta nueva información le seguirá por tanto más información nueva, en un crescendo de densidad informativa. También puede darse que en mismo SM se encuentren asociados elementos informativos nuevos y otros dados. Ejemplo:
Iba a salir y giró el rostro de nuevo hacia el espejo. Envejecer la aterraba también. Quizá ésa era su única emoción personal hoy: el miedo a convertirse en una vieja más. [...] Puede que toda su vida, cada uno de sus cuarenta años, hubiese sido un insensato y lamentable error, y no siquiera estaba preparada para morir.
Al cerrar la puerta de la celda y enfrentarse al largo pasillo, evocó sin motivo su miedo de la noche pasada. (A. Gala)
En el SM de esta secuencia, al elemento informativo dado la puerta de la celda, presupuesto a partir del elemento inicial salir, se añade el elemento nuevo cerrar, y a la suma de ambos se suma otro elemento: enfrentarse al largo pasillo, totalmente nuevo. Como podemos observar, a partir de un solo elemento dado y unos pocos elementos nuevos aportados simplemente por un soporte marco, se logra avanzar considerablemente en el discurso narrativo, imprimiéndole un ritmo más vivaz.
4. El soporte tema y los pronombres delocutivos
En términos generales, en enunciados 'no marcados', los pronombres personales de 3a persona de singular y plural, como ya sabemos, suelen elidirse, tomando la forma [ø], cuando el referente al que aluden ya ha sido introducido en una de las unidades textuales anteriores. Análogo comportamiento adoptan los (pro)nombres alocutivos de 1a y 2a persona de singular y plural. Ejemplo:
[ø] Recojo frases sueltas por ahí como otros recogen perros abandonados de la calle. Muchas [ø] tienen problemas morfológico y sintácticos que [ø] procuro arreglar antes de soltarlas de nuevo Si [ø] están deterioradas, las desmonto y aprovecho algunas de sus partes. De dos o tres frases inservibles logro a veces obtener una sana. (J. J. Millás)
Los jueces te regularon la libertad con el pretexto de que no apareció el cuerpo de la chica. Ellos se aferraron a ese cuerpo ausente para tranquilizar sus conciencias. (J. Felippa)
[ø] No se creía tan viejo como los demás y [ø] ayudaba en ocasiones a Nazaret en sus trabajos... Esta noche ella, después de saludarlo, pensó en él como él mismo pensaba... (A. Gala)
Jesús había ido con sus padres en peregrinación a Jerusalén. Cuando regresaron ellos a Nazaret, él se queda. (Ibid.)
Si observamos detenidamente estas secuencias, podremos advertir que:
a) En el primer ejemplo, en alternancia con dos puestas en cero del deíctico "yo", se dan dos elisiones más [ø], en referencia a frases;
b) En la progresión de tema constante que refleja el segundo ejemplo, el pronombre tónico ellos recupera directamente el SN temático los jueces. Sin embargo, éste podría haber sido elidido, ya que, al no haber otro participante en la escena del relato, nada deja suponer la presencia de un foco contrastivo que recaiga en él;
c) Si bien tampoco en el tercer ejemplo hay un elemento focalizado, se recurre al morfema tónico ella por tratarse de un texto en el que alternan dos progresiones temáticas, una relacionada con el personaje masculino y otra con "Nazaret";
d) En el último ejemplo, el uso de los morfemas delocutivos ellos y él se debe sin dudas a la presencia de más de un referente (Jesús, sus padres), como en el caso anterior.
5. El foco y la información dada / nueva
En la mayoría de los desarrollos teóricos que se le han dedicado, el foco (F) es caracterizado, en contraposición con 'presuposición', como la parte del enunciado que contiene la información nueva. Aparte de que tal enfoque implica que en todo enunciado existe un foco, hecho que descartamos en esta presentación, por no tener en cuenta la noción de 'marca' (sintáctica, prosódica y/o pragmática), que diferencia las estructuras informativas 'focales' de las 'neutras', resulta igualmente inaceptable por cuanto no siempre lo que se expone en las construcciones focales es información remática o nueva.
Si bien reconocemos que tal caracterización resulta adecuada al foco contrastivo (Fc) de las construcciones ecuacionales, el análisis de los enunciados del corpus nos indica sin embargo que la información proporcionada por un elemento focalizado puede no ser 'nueva', por cuanto se recupera de enunciados anteriores. Véase La hendidura.
Recordemos una vez más que los segmentos focalizados del enunciado no siempre son el resultado de una selección -de efecto contrastivo- realizada entre las diferentes posibilidades referenciales de un mismo paradigma, sino que reproducen, con mayor o menor fidelidad según los casos, la información aportada por un enunciado que antecede. Por otra parte, es preciso señalar el papel que desempeñan en este tipo de focalizaciones los artículos definidos y los adjetivos/pronombres demostrativos, ya que, como ya hemos visto anteriormente, indican el carácter 'identificable' de los referentes a que apuntan las expresiones focalizadas.
Por último, debemos puntualizar la importancia de los elementos suprasegmentales, como el acento de insistencia y la entonación, ya que ambos suelen posibilitar, en alternancia y/o conjuntamente con las construcciones hendidas, la creación de un foco. Tanto el acento enfático como las mencionadas operaciones sintácticas dan lugar a enunciados marcados, pero contrariamente al segundo caso, en que las marcas de focalización son perceptibles en el código escrito y en el oral, en el caso del acento de insistencia, éste sólo es reconocible en el código oral.
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