Partimos de la definición general según la cual una estructura se caracteriza como una entidad autónoma de dependencias internas, o sea un conjunto de términos (elementos, hechos o fenómenos) relacionados entre sí, cuyo valor depende de la relación que mantiene cada uno de ellos con los demás. Dicho de otra manera, lo que importa en una estructura no son los elementos, sino las relaciones coherentes que se establecen entre ellos.
La estructura gramatical o sintáctica es la que integran las funciones sintácticas (sujeto, objeto directo, complemento circunstancial, etc.) que asumen las unidades constitutivas de una construcción lingüística en torno al núcleo de ésta. Los términos constituyentes de la estructura sintáctica son funciones porque implican un valor relacional. Al referirnos a dichos conceptos gramaticales, no aludimos a ninguna propiedad interna que puedan tener en sí las unidades intervinientes, sino a las propiedades que adquieren por su relación con otras unidades de la estructura (sintáctica). Así, por ejemplo, podemos catalogar la expresión los hermanos de Isabel como un sintagma nominal por el simple hecho de su estructura: su núcleo es un nombre. Sin embargo, tomándola aisladamente, no podemos decir que se trate de un sujeto o un objeto directo, porque tales conceptos presuponen relaciones con otros elementos estructurales.
Por el contrario, en "Los hermanos de Isabel cortaron el cesped del jardin", podemos identificar el sujeto los hermanos de Isabel y el objeto directo el cesped del jardín por el tipo de relación que ambas unidades guardan con el verbo.
Las funciones sintácticas se delimitan atendiendo a rasgos gramaticales, tales como: el orden en que se presentan las unidades en la estructura, la existencia de marcas formales como: los rasgos de concordancia, las marcas de caso, la presencia de tal o cual preposición, la mayor o menor cohesión estructural existente entre las diferentes unidades y el verbo.
Cabe precisar que independientemente de las relaciones que mantienen entre sí los roles semánticos, la organización informativa del enunciado y las funciones sintácticas, estas últimas no se delimitan por medio de rasgos semánticos ni por características pragmáticas, sino por las marcas formales mencionadas arriba.
Las diferentes funciones sintácticas del sintagma nominal (SN), sujeto, objeto directo, objeto indirecto, atributo o complemento predicativo, complemento preposicional, complemento circunstancial, se determinan a partir del carácter transitivo, intransitivo o copulativo del verbo al que dicho sintagma acompaña. A pesar de la importancia de tal clasificación, no consideramos oportuno referirnos a ella en esta presentación general de la estructura sintáctica. Sin embargo, recurriremos puntualmente a las funciones sintácticas cuando tal o cual estructura oracional del enunciado lo requiera.
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